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20/04/2013

novedades de abril

Disponible tras el proximo enlance :

http://www.kaosenlared.net/secciones/s2/opinion/item/5378...

este articulo da un retrato del autor y de sus mayoras obras, en la ocasion de la publicacion recente de un nuevo libro El hombre que queria llegar lejo (Ediciones Maeva, abril 2013), traduccion de Ein Mann will nach oben (1953).

 

Hombre_queria_llegar.jpg

Hans Fallada, un escritor recuperado

por iñaki urdanibia

Martes, 17 de Abril de 2013 19:27

 

Se publican varias obras de un gran escritor que andaba purgando sus penas fuera de las librerías.

Hay escritores que consiguen la celebridad y el éxito en vida, otros que lo hacen tras su muerte.. El escritor que traigo a esta página está siendo rescatado del purgatorio en el que ha permanecido durante estos años, en los que sobre su él y sobre su figura se implantó el silencio, hasta el punto de que se ha llegado a hablar de «el fenómeno Fallada». Hace  un par de años vio la luz, por acá, una de sus obras claves: “Solo en Berlín”. Maeva, 2011. Ahora se acaba de editar por la misma editorial otra de sus significativas obras: “El hombre que quería llegar lejos”, en la que se ven las andanzas de un joven que llega a Berlín, en 1909, con el fin de probar fortuna; la capital es como una selva para un recién llegado, mas con la ayuda de una par de vaiopintos amigos logra triunfar como empresario en un negocio de transportes. Una verdadera novela de aprendizaje en la que el protagonista ha de enfrentarse, por primera vez, en su existencia con el valor del dinero, con el calor del amor y la ayuda de las amistades, sin obviar la dura educación en lo que hace a sortear los constantes obstáculos que surgen en la vida. La soledad y Berlín son los escenarios habituales en la escritura de este caballero al que de todo le tocó en su ajetreada existencia. 

El año pasado les tocó el turno a otro par de obras suyas, «El bebedor »( Seix Barral, 2012), que se movía como todas sus obras por la senda autobiográfica, que son unas verdaderas confesiones de un bebedor empedernido. En este orden de cosas, podría afirmarse que habitualmente los libros de memorias suelen pecar de embellecimiento para la persona de  los escribe; que lo hace con unos incensarios generosos, que  deja fuera lo impresentable en la conducta pasada del que habla y se tuerce el sentido de las decisiones del pasado para hacerlas ejemplares ante los ojos del receptor del mensaje. Si esto se puede ver hasta en clásicos del género como las pías «confesiones» de  san Agustín o  las del “ paseante solitario” Rousseau, por no referirnos a las «batallas» de Jorge Semprún , hay otros escritores que entregan sus vivencias con sinceridad absoluta; hasta el desgarro, entre estos últimos puede incluirse los especulares libros del escritor que traigo a esta página.

 La vida del escritor alemán cuyo verdadero nombre era Rudolf Disten y que firmaba como Han Fallada ( 1893-1947)- en junio cumpliría ciento veinte años- contenía materia prima para un extenso y variado libro, o para dos, o para más, como es el caso. Alcoholismo, enfermedad mental, intentos juveniles de suicidio, estafas, disputas maritales con tiro de revólver incluido,  adicciones varias, cárcel (« En mi país desconocido. Diario de la cárcel, 1944». Seix Barral, 2012); en el año que consta en el título Hans Fallada fue encarcelado, y entre rejas escribe sus impresione sobre lo que ve dentro del recito carcelario y lo que se cuece fuera…y muestras sus sentimientos de dolor con respecto a sus amigos desaparecidos y su rabia para con los soplones que pueblan la prisión…Anotaciones escritas con una especie de «criptografía» que hiciese imposible su interpretación en caso de ser hallada por sus carceleros; sólo después de su muerte fueron descifrados, y …aquí está prestas para ser devoradas por los ojos lectores. La culminación de tan ajetreada existencia  fue causada por una voluntaria  sobredosis de morfina que puso fin a su vida. Lo dicho ha de ser aumentado al no poderse ignorar la época en que se desarrollan sus oscuros padeceres: los que van de la primera guerra mundial al final del nazismo, en el poder, pasando por los de la república de Weimar, a la que tampoco es que mostrase mayores  amores el señora Fallada. 

Su vida atorbellinada  nos es narrada por él mismo con una sinceridad encomiable hasta el descaro sin andarse con disimulos o subterfugios; su lema podría ser: la verdad por delante , y así cuenta sus miserias y las duras consecuencias de sus singulares comportamientos acompañando todo ello  con reflexiones y opiniones al respecto lo cual hace que vivamos de cerca el ambiente cotidiano que se respiraba en aquellos años marrones por tierras germanas. Podría suponerse que nos encontramos ante una mirada distorsionada por pertenecer a un ser siempre sumergido a causa de sus continuas ingestas, mas de ninguna de las maneras: estamos ante una visión clarividente que recoge con destacada exactitud la realidad del momento. Se dan la mano en las confesiones de Fallada el amor a la verdad y el atrevimiento para soltarla pese a quien pese( la ejemplar parrhesia tan cara a los griegos), aliñados con una puntillosa escritura que huye del recurso a cualquier tipo de preciosismo para alcanzar directo al lector. No evita tampoco el escritor la exposición clara  de sus críticas al estado de cosas, mostrándose dolido y enfurecido con todo lo que sucede: en su propia vida personal debido a las adicciones, como con el escenario en el que se desarrolla su vida que es una negación constante y radical de cualquier forma de libertad y del debido respeto a los individuos que tanto se había defendido en los ambientes culturales…en el país de Kant, Beethoven o Goethe. 

Se suele decir que sólo dicen la verdad los niños y los borrachos; pues bien, podemos considerar a Kafka como lo primero y a Hans Fallada como lo segundo

Es precisamente la escritura, como terapia, y el recurso a lecturas clásicas las que le van a servir de posible tabla de salvación ante el naufragio que se produce ante sus ojos, entre rejas  conviviendo con un nefasto microcosmos reflejo fiel de la totalidad del país…El resultado unas magistrales narraciones, alabadas por los Thomas Mann, Herman Hesse o Graham Greene, que no se le caerán de las manos a nadie que se acerque a sus tensas confesiones, a sus dolores vitales y a sus penas alcohólicas.  Hans Fallada... miembro de pleno derecho del club de los escritores beodos, junto a Edgar Alan Poe,   CHarles Baudelaire, Guillaume Apollinaire,  Charles  Bukowski, Joseph Roth, Malcom Lowry, José Onetti, Hubert S. Thompson, Jack Kerouac...escritores que en vez de tinta parece que recurrían al jarro para escribir, para vivir...